Todo empezó un 9 de mayo del 1966, bien, mejor dicho 9 meses antes, cuando
me engendraron. Una tarde soleada del mes de agosto, en una siesta aunque no lo
sé con seguridad. No tiene ninguna importancia. Lo cierto es que allá se inició
una nueva vida en esta realidad. Llevo unas 800 y pico reencarnaciones en esta
realidad y en otras, y de estas unas 3 o 4 reencarnaciones estuve en guerras
galácticas ninguna de de las cuales me generó ningún tipo de satisfacción
interna. Creo que fue entonces que viendo que no caminaba o evolucionaba decidí
venir aquí, a este mundo.
Era una oportunidad única. Era fantástico. Había amor, creación, belleza por
todas partes, donde era posible crear y experimentar en nuestra esencia cualquier
cosa que quisiéramos y así fue durante muchas existencias. Pero al ir
experimentando vibraciones más densas, parte de lo que se experimentaba quedaba
y se fue distorsionando el mundo, incluyendo las sensaciones, emociones más densas
y incorporando y creándose un pseudo ego, una construcción energética alterada
de la realidad, un filtro que hacía ver la realidad polarizada sobre lo que
sucedía en función de las experiencias experimentadas en cada individuo-esencia.
Poco a poco el punto de vista único del amor y de conexión con DIOS y, por tanto,
de alineación con el propósito único de Dios se fue separando del propósito
individual de cada ser hasta llegar a la polarización total.
En aquella época había seres que continuaban en comunión con Dios, desde una
vibración algo más baja que la inicial. Sabían que la humanidad iba caminando hacia
su destrucción y fueron preparando la forma en la cual las almas pudieran, después
de este descenso, volver a experimentar la grandeza de Dios, la de sus inicios
en este mundo. No sabían con seguridad cual sería este recorrido de
desintegración, pero que volveríamos de una forma u otra al camino de la luz. Por
esto fueron salvaguardando su conocimiento en diferentes sitios, en cajas
energéticas selladas con luz y guardadas para su descubrimiento cuando la
humanidad volviera a estar preparada.
La caída de la humanidad fue desastrosa. No se esperaban que esta fuera tan
fuerte como lo fue. Otras razas intergalácticas aprovecharon para poner sellos
de control en los humanos para que no pudiéramos brillar y recuperar nuestra luz.
Pusieron limitaciones en diferentes centros energéticos que impidieron que en
poco tiempo pudiéramos volver a recuperar la grandeza. Estas razas se pusieron
en contacto con diferentes facciones (grupos-familias) de la Tierra para que desde
nuestra realidad también controlasen e impidiesen la evolución del ser humano y
pusieran impedimentos a su crecimiento. Los momentos más bajos fueron pocas centurias
después del cataclismo, cuando la Lemuria y la Atlantida se hundieron. Grupos
de supervivientes consiguieron escapar a este control iniciando nuevos asentamientos
e intentando guardar y estructura el conocimiento heredado. Pero como la vibración
general del mundo y el comportamiento de la Tierra era retrógrado esto llevó poco
a poco al olvido y a las vidas de supervivencia sin sentido, esperando que llegasen
momentos más favorables para el nuevo despertar.
Un grupo de seres consiguieron aislarse de la baja vibración generada y manteniéndose
en su 5ª dimensión, continuaron evolucionando con gran tristeza por lo que había
sucedido pero, con la profunda aceptación de que era el camino que Dios había
marcado para que sus hijos pudieran evolucionar. Como los cogió por sorpresa las
limitaciones energéticas que pusieron a la humanidad y la modificación del ADN que
hicieron para tenernos controlados, idearon una solución para que la humanidad,
cuando los tiempos fueran más favorables, pudiera volver a su punto de luz.
Grandes seres de la galaxia se implicaron en esta nueva ruta. Muchas civilizaciones
interplanetarias que habían llevado a hijos suyos a este planeta para su
evolución y que aun, por nuestra limitada consciencia temporal no podemos
recordar, reaccionaron comprometiéndose en la ayuda.
Y aquí estamos limpiando nuestro ADN, nuestro cuerpo de emociones y sentimientos
de vibraciones bajas con la ayuda de estos seres de luz que nos acompañan en este
despertar. Trabajando para limpiar nuestra esencia de traumas y bloqueos de vidas
pasadas con el objetivo de llegar a la vibración que nos corresponde y recuperar
nuestra capacidad multidimensional. Por esto, es necesario borrar de nuestro
ADN y de nuestra energía cualquier registro de baja vibración. ESTE ES EL TRABAJO
QUE NOS TOCA, LIMPIARNOS, igual que cuando vamos a la ducha y nos limpiamos,
tenemos que limpiar nuestra energía para poder subir la vibración y recuperar nuestro
poder como seres de luz que somos. Para esto es necesaria nuestra implicación
en este proceso de evolución.
Es necesario recordar que la única vibración que puede quedar es la del AMOR
hacia nosotros y hacia todos nuestros
hermanos, sea cual sea su raza, color, sexo o creencia. No tiene importancia, ninguna
cosa terrenal (3ª dimensión) tiene importancia. SOLO EL AMOR QUE NOS PROFESAMOS
Y QUE PROFESAMOS A LA VIDA es el que nos llevará a vivir nuevas singladuras que
desde nuestra limitada capacidad de 3ª dimensión no somos ni capaces de imaginar.
UN ABRAZO A TODOS LO SERES HUMANOS.
Canalizado a través del YO SUPERIOR
Canalizado a través del YO SUPERIOR